domingo, 29 de julio de 2007

ALIMENTACION EN LOS ADOLESCENTES


Nutrición en los adolescentes



Los adolescentes necesitan nutrientes adicionales para soportar el crecimiento que se produce en esta etapa, que comienza en las niñas a los 10 u 11 años, alcanza su pico a los 12 y culmina a los 15. En los varones, comienza a los 12 o 13, tiene su pico a los 14, y termina aproximadamente a los 19.









Además de otros nutrientes, las cantidades adecuadas de hierro y calcio son especialmente importantes en las etapas en que, el cuerpo adolescente, soporta este período de crecimiento intensivo. Entre los 9 y los 18 años, tanto los varones como las mujeres deben consumir una dieta rica en calcio (1300 miligramos por día) para asegurar un adecuado depósito de calcio en los huesos.


Esto puede ayudar a reducir la incidencia de osteoporosis durante la vejez. Si toma un mínimo de tres porciones de productos lácteos al día, logrará el consumo de calcio recomendado. Aquellas personas que no desean consumir productos lácteos, deberían incluir en su dieta otras fuentes de calcio, tales como verduras de hoja verde productos de soya fortitificados con calcio y otros alimentos y bebidas similares.


Las necesidades calóricas de los adolescentes varían en función de su ritmo
de crecimiento, su grado de maduración física, composición
corporal y nivel de actividad. El sobrepeso es uno de los problemas más serios relacionados con la nutrición en los adolescentes, especialmente entre los americanos nativos, hispanos y afroamericanos.





Los trastornos de la alimentación que se presentan durante la adolescencia, en ocasiones, se deben a las elecciones que realizan los jóvenes, influidos por las presiones sociales que los fuerzan a lograr los ideales culturales de delgadez, ganar la aceptación de sus parejas o afirmar su independencia de la autoridad paterna.

Los trastornos de la alimentación son la anorexia, la bulimia y el comer compulsivo, o cualquier combinación de éstos. Cada uno de los trastornos se basa en criterios específicos de diagnóstico. De acuerdo con el Centro Nacional de Estadísticas de Salud (National Center for Health Statistics), una de cada 100 mujeres de entre 12 y 18 años padece de anorexia nerviosa, un trastorno que hace que las personas limiten al máximo su consumo de alimentos. Tanto la anorexia como la bulimia (un trastorno por el cual las personas comen hasta el hartazgo para después purgarse vomitando o usando laxantes) pueden ocasionar convulsiones, insuficiencia renal, arritmias, osteoporosis y erosión dental.

Quienes padecen el trastorno de comer compulsivo, o quienes se alimentan hasta llegar al hartazgo, corren el riesgo de padecer ataques cardíacos, alta presión arterial y altos niveles de colesterol, enfermedades o insuficiencia renal, artritis, deterioro óseo y apoplejía.




Patrones de comidas



Para satisfacer las necesidades de energía, los niños y los adolescentes deberían tomar como mínimo tres comidas al día, comenzando por el desayuno. Existen estudios que demuestran que tomar un buen desayuno influye, tanto en el rendimiento mental, como en el físico, es decir, si un niño toma su desayuno, es posible que esté más atento en la escuela y pueda aprender mejor y lograr un mejor rendimiento en los deportes y en otras actividades físicas.

Los refrigerios también constituyen una parte integral en los patrones de comidas de los niños y adolescentes. Por lo general, los niños más pequeños no pueden comer gran cantidad de alimentos de una sola vez y, es por eso, que al poco tiempo vuelven a tener hambre. Se recomiendan especialmente los refrigerios de media mañana y media tarde para los niños de esta edad.

Los adolescentes activos que están en pleno crecimiento tienen grandes requerimientos energéticos. Aunque hayan tomado una comida sustanciosa, es posible que necesiten de algún refrigerio adicional entre las comidas, que les aporte la energía y los nutrientes que necesitan.

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